domingo, 19 de mayo de 2019

La Universidad del siglo XXI, en camino a ser una institución sin conciencia social pero con un gran bolsillo

La Universidad es una institución clave para el desarrollo de la sociedad. Hoy en día se ha vuelto prácticamente una obligación que las Universidades se relacionen con las Empresas. También se ha vuelto un objetivo que las universidades busquen autofinanciarse. Se ha generado un modelo de Universidad Empresarial-Emprendedora en base a la experiencia de las grandes Universidades Estadounidenses –y sus empresas-. La Universidad Pública en los países latinoamericanos también está siguiendo este modelo.

 ¿Este modelo es el que nos ayudará a alcanzar el “desarrollo”? ¿Este modelo es amigable con el medio ambiente? ¿Este modelo permitirá disminuir la brecha entre los más pobres y los más ricos? Hay suficiente evidencia para pensar que no. Entonces, ¿tenemos otra alternativa? Un grupo de investigadores de Uruguay y Suecia, proponen una Universidad para el desarrollo humano sustentable. En base a esta nueva propuesta, es que vamos a crear herramientas para los responsables de las políticas universitarias puedan convertirla en realidad.

Autor de la imagen: Jack Moreh

La Universidad Empresarial, esa institución sin conciencia ni corazón pero con un gran bolsillo –generalmente vacío- 
La Universidad es una institución capaz de cambiar las sociedades y de guiar su “evolución”, así lo demuestran sobre todo las ultimas revoluciones tecno-industriales. Hay historias emblemáticas que permiten comprender la revolución tecnológica vinculada con la universidad. En el famoso “Silicon Valley” es donde en 1937 surge HP, y posteriormente se concentran empresas como IBM, Apple, Sun o Microsoft, de las cuales todos hemos oído y que seguramente hemos utilizado alguno de sus productos. En el corazón de “Silicon Valley” esta la Universidad de Stanford, que es donde se conocieron los fundadores de HP y surgió google como resultado de una investigación realizada como tesis doctoral.

En un contexto de gran crecimiento de valor de las empresas de base tecnológica, lugares como Silicon Valley, se volvieron icónicos para pensar la relación entre universidad y empresa. La transferencia de tecnología al sector productivo se consagró como modelo a seguir a partir de muchos casos exitosos como los de las empresas de este valle. Logrando que la Universidad sume a sus 2 misiones tradicionales: la enseñanza y la investigación, una Tercera Misión, la de vincularse con las empresas, para impulsar el desarrollo económico del territorio. Es así como a finales del siglo XX e inicios del XXI la Universidad Empresarial o emprendedora logró ser una referencia para el diseño y rediseño de instituciones de educación superior a partir de la resonancia de empresas icónicas de la ola de informatización.


La Universidad Empresarial o Emprendedora, está enfocada en satisfacer las necesidades del mercado, es decir, en generar empresarios y productos comerciales, de manera que generen réditos para las empresas, y de paso, también para las universidades, quienes empiezan a participar de la lógica de mercado y dejan de lado temas cruciales como la degradación ambiental, la desigualdad social y el subdesarrollo.

Una pareja de investigadores Uruguayos (Rodrigo Arocena y Judith Sutz) con la colaboración de un Sueco (Bo Goransson) han tomado como base la concepción sobre desarrollo del premio nobel de economía, Amyarta Sen, y la han conjugado con la noción de desarrollo sustentable, para generar una definición de desarrollo, que puede ser interpretada como la búsqueda de una vida feliz:
“entendemos el desarrollo en términos éticos, como Desarrollo Humano Sustentable caracterizado por la expansión de las capacidades y libertades, individuales y colectivas, de las generaciones actuales y de las que vendrán para poder vivir en el presente y en el futuro vidas que tengan motivos para considerar valiosas.” Universidades para el Desarrollo (Pág. 5)
Un modelo de  universidad que conjugando la enseñanza, investigación y extensión, en colaboración con distintos actores sociales busquen este Desarrollo Humano Sustentable, es a la que han llamado la “Universidad para el Desarrollo”, y el año pasado (2018) se ha publicado el Libro: “Universidades para el Desarrollo en sistemas de innovación Inclusivos: Alternativas para la democratización del conocimiento en el sur global”, donde se detalla su propuesta.

Autor Jack Moreh

En Latinoamérica la Universidad es el principal generador de nuevo conocimiento, y a diferencia de los países llamados desarrollados, la investigación no es financiada por las empresas, al contrario, se financia fondos públicos. Si bien, lo anterior es una desventaja en el modelo predominante, permitiría re-encaminar su función y obtener resultados más favorables para la sociedad.

El modelo de Universidad para el Desarrollo se enfoca en tres aspectos: la insustentabilidad del planeta debido a la degradación ambiental, el incremento de la desigualdad económica y el subdesarrollo. Les invito a profundizar al respecto en el siguiente video de Judith Sutz y Rodrigo Arocena:


Si bien el grupo de investigación de Arocena, Sutz y Goranson, en base a un exahustivo trabajo académico han llegado a colocar las bases para pensar en un modelo de Universidad para el Desarrollo (léase Desarrollo Humano Sustentable). También se debe tener en claro que las universidades en la práctica no responden a un modelo único, siempre, en mayor o menor medida, combinan distintos modelos.

Desde esta perspectiva, buscamos estudiar los procesos de transferencia de tecnología, desde la universidad hacia la sociedad y al sector productivo. Para esto tomaremos como referencia los 2 modelos teóricos: “Universidad Empresarial” y “Universidad para el Desarrollo”, los cuales serán analizados en función de la literatura existente para definir sus características. Luego, mediante la teoría de sistemas complejos generaremos un modelo y una metodología para analizar el caso de Cuenca (Ecuador).

Esta metodología nos permitirá analizar las políticas e instrumentos de innovación de las universidades públicas latinoamericanas, dentro de los Sistemas Locales de Innovación. Este análisis nos ayudará a hacer sugerencias a los policy makers universitarios, locales y nacionales, que impulsen el modelo de "Universidades para el Desarrollo Humano Sustentable”.